La soja se utiliza mundialmente para la alimentación del ganado bovino, porcino y otros. En muchos casos por razones climáticas no se puede cosechar o si se cosecha el rinde es muy bajo, o bien el poroto tiene una muy baja calidad (y precio) en el mercado. En estos casos destinarlos para el consumo animal es una opción muy conveniente.
El poroto de soja, es esencialmente un producto energético-proteico y es rico en aceites polinsaturados y su proteína es de alto valor biológico, rica en lisina y metionina. El poroto de soja no suministra fibra de tipo "efectiva" y en todos los casos hay que procesarlo (quebrado) previamente.
si el destino de este recurso es la alimentación de terneros o categorías muy jóvenes de ganado, al poroto hay que "desactivarlo" previamente. El poroto de soja crudo (tal cual se cosecha) posee factores antinutricionales tóxicos: inhibidores de la tripsina (disminuyen la digestión péptica de la proteína), hemoaglutininas (anticoagulante) y un inhibidor de la vitamina A, todos ellos termo-lábiles. Por tal motivo, el calentamiento de las semillas o de las harinas es una necesidad para suministrarlo a los no-rumiantes.
La leche de soja es el producto ideal para la alimentación animal. Esta tiene aproximadamente el mismo contenido de proteínas que la leche de vaca y composición similar de aminoácidos.
También resulta de gran conveniencia ya que con 1 Kilo de porotos de soja, se puede producir hasta 10 litros de leche para Alimentación Animal.
